EL ANUNCIO DEL ÁNGEL A MARÍA

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Inspirarnos siempre lo que debemos hacer, para decir SI a la Voluntad de Dios

domingo, 23 de junio de 2024

CORONILLA DE REPARACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD POR LOS PECADORES



CORONILLA DE REPARACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD POR LOS PECADORES

11 de octubre de 2017

Llamado de Amor y de Conversión de Dios Padre Tierno y Misericordioso

Es una Coronilla completamente Mariana, Trinitaria y Eucarística.

Promesas al alma que ore esta Coronilla:

1.
La conversión y deseo profundo de santidad, amor y hambre insaciable por el Pan Eucarístico durante esta vida, haciéndose totalmente un ser eucarístico.

2.
La conversión hasta la quinta generación y el alivio o la liberación de sus familiares en el Purgatorio.

3.
Intercederán para que también los más empecinados pecadores se conviertan y se hagan almas escogidas como Apóstoles de los Sagrados Corazones en este Fin de los Tiempos.

4.
Quien la rece obtendrá paz en su corazón y paciencia para expiar sus pecados.

En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de Contrición

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador, Padre y Reden­tor mío; por ser Tú quién Eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he hecho y de todo lo bue­no que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado sobre todas las cosas. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente, con la ayu­da de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y Muerte, con los cuales Tú expiaste por mis pecados, ofreciendo un dolor tan grande e intenso que te hizo sudar sangre, apiádate de mí. Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús este suspirado perdón. Amén.


Oración de Invocación al Espíritu Santo (dictada el 28 de octu­bre de 2014)

Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa Intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, tu Amadísima Esposa. (3 veces)


Oración

Ven, Espíritu Santo; llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de tu Amor.

V/. Envía tu Espíritu y todo será creado.

R/. Y renovarás la faz de la tierra.

Oración

¡Oh, Dios!, que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu San­to, haznos dóciles a sus Inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Oración al Divino Espíritu Santo (dictada el 15 de agosto de 2014)

Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últi­mos Tiempos, protege con tu sombra a la Iglesia Católica, salva a las almas del mundo y realiza el Reino Inflamado de Amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.

Padre Nuestro….

Ave María de los Últimos Tiempos:

V. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor está Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y Bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.

R. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria....


Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Je­sucristo, su Único Hijo, nuestro Señor, que fue Concebido por Obra y Gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.


En las cuentas grandes del Rosario común se dice:

V. Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Precioso Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad, de tu Amadísimo Hijo realmente presente en los Sagrarios de la tierra; en expiación, desagravio, repa­ración, adoración y consuelo, por las blasfemias, sacrilegios e indiferencias con las que Jesús es ofendido. Te ofrezco los Infinitos Méritos del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, por la con­versión de los pobres pecadores y la paz del mundo. Amén.


En cada una de las diez cuentas se dice:

V. Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo.

R. Y te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman. Amén.


En las jaculatorias, al final de cada misterio, se dice:

Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico, a través del Tri­unfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, Nuestra Madre en la Divina Voluntad, y el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino en todos los corazones. Amén.

V. Corazón Doloroso e Inmaculado de María,

R. ruega por nosotros que nos refugia­mos en Ti. Amén.

V. ¡Oh, Jesús mío! perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno,

R. lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu Misericor­dia. Amén.


Al terminar la Coronilla oramos tres veces:

Dios Padre, mira el Rostro sufriente y el Corazón Traspasado de tu Hijo Jesucris­to, y convierte en elegidos a los pobres pecadores. Amén.


Consagración al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús

Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Santa Eucaristía, te consagro mi cuerpo y alma para ser enteramente uno con tu Corazón, sacrificado cada instante en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, implorando por la Venida de su Reino. Ruego que recibas esta humilde ofrenda de mi ser. Utilízame como quieras para la gloria del Padre y la salvación de las almas.

Santísima Madre de Dios, no permitas que jamás me separe de tu Divino Hijo. Te ruego me defiendas y protejas como tu hijo especial. Amén.


Se finaliza la Coronilla:


En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.